DÍA 2: Conoce la razón.
Propósito: Cumple tu misión.
“Dios
mío, tú cumplirás en mí todo lo que has pensado hacer.
Tu
amor por mí no cambia, pues tú mismo me hiciste.
Salmos
138:8 (TLA)
Hay
muchas razones y propósitos por los que Jesús nació: vino a buscar y salvar lo
que se había perdido, vino a dar vida en abundancia, vino a acercar el reino de
los cielos, vino para que todos los que le recibieran fueran hechos
hijos de Dios.
Te
pregunto: ¿Cuál era el propósito de María? Dar a luz, concebir al hijo de Dios,
cuidarlo, formarlo para que el Hijo de Dios cumpliera su propósito.
Cada persona sobre la tierra tiene una razón de ser, de vivir. No fuimos creados para ser de las personas que viven la vida mientras pasa, que simplemente, viven por vivir.
Cada persona sobre la tierra tiene una razón de ser, de vivir. No fuimos creados para ser de las personas que viven la vida mientras pasa, que simplemente, viven por vivir.
Hay
un propósito que es únicamente para ti, y sólo tú lo vas a cumplir, porque Dios
te ha dotado de todo lo que necesitas para hacerlo; tu propia misión, tu propia
responsabilidad. Hay un plan hecho por Dios para que lo cumplas.
Si
conoces la razón de tu vida, entonces vas a vivir feliz y sabrás que mientras
respiras, harás cosas que te lleven a cumplir tu propósito en la vida. Si tu
expectativa es ser profesional, hazlo, pero no es sólo eso. Tienes que pensar
en tu profesión, pero ¿para qué? Para ser de beneficio a alguien más. Una
persona está lista para casarse cuando está lista para vivir para hacer feliz a
otra persona.
Dios
había preparado un plan de salvación para todos los hombres, ese plan, un plan
único que se ha llamado: “la salvación”. Jesús, su nacimiento, vida, muerte y
resurrección es la base de dicho plan.
La
historia de Juan el bautista no es la excepción; él fue escogido por Dios para
una función específica de la que se había hablado mucho antes aun de su
nacimiento; aquella función era preparar al pueblo para la venida del Mesías
que salvaría a los hombres de su pecado.
Juan
tenía muy claro que su vida era especial no por él mismo sino por la misión que
había recibido por parte de Dios. Siempre direcciono a las multitudes a aquel
que era la luz verdadera, Jesús. Juan mismo dejo claro en muchas oportunidades
que su intención no era mostrarse a sí mismo, él dijo: “A él me refería yo
cuando decía: “Alguien viene después de mí que es muy superior a mí porque existe
desde mucho antes que yo.”
Juan
sabía que ese que venía era Dios mismo, que existía mucho antes que él porque
su hogar era la eternidad. Por esa razón en su boca no hay palabras ególatras,
sino palabras que exaltan a Cristo; Siempre buscaba ser testigo de Jesús, nunca
busco su gloria misma sino mostrar a el que era superior a él.
Debemos
cuidarnos de esa tendencia natural a buscar la alabanza de los hombres, de
llamar la atención y figurar como el centro de todo, hablando siempre de
nuestro éxito olvidándonos por completo de la misión para la cual fuimos
creados. Nuestra mirada debe ponerse en Cristo, debemos ser sus testigos,
buscar siempre su gloria, que Él crezca y nosotros disminuyamos.
PARA REFLEXIONAR:
* ¿A
dónde estás llevando tu vida? ¿Has leído donde dice: “Hágase tu voluntad en la
tierra como en el cielo”? ¿Qué quiere decir?
* La
intención de esto, es dejarte con la inquietud de saber ¿qué quiere Dios de
ti? ¿Quiere que seas un buen padre, un buen hijo o hija, un buen trabajador
(a), pero hay más que eso! Porque las circunstancias por las que has pasado te
han preparado para cumplir el propósito que Dios quiere para ti.
ORACIÓN:
“Señor hoy te pido que me ayudes a entender
cuál es tu plan para mi vida, ayúdame a no vivir más sólo para mí sino que siempre
vea a Jesús, a quien enviaste para mostrarnos tu salvación.
Padre,
hoy quiero recibir de ti cuál es tu voluntad para mi vida, cuál es tu
propósito. Hoy rindo mi voluntad a tu propósito, yo haré como tú me digas.
Háblame, dirígeme, enséñame porque estoy decidido a hacer tu voluntad aquí en
la tierra. Amén.”
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