lunes, 18 de diciembre de 2017

DÍA 1: El Amor y la Entrega

Propósitos: Dar, Recibir y Agradecer.

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, No se pierda, mas tenga vida eterna…”
Juan 3:16

En esta época muchos recordamos el nacimiento de Jesús, y en la historia de su nacimiento hubieron tres personajes que le llevaron unos regalos un poco inusuales: incienso, oro y mirra.

Tres extranjeros que estaban pendientes y estaban preparados para ese evento; pensando en esto, detengámonos un momento a pensar: ¿Por qué damos regalos?

Generalmente es para demostrar afecto a alguien, para demostrar el valor que tiene esa persona a través de un regalo y por eso tratas que ese regalo tenga un significado especial, ya sea para un amigo, familiar, etc.

Es ese mismo principio el que aplicaron estos personajes, con regalos no convencionales para un bebé, pero entonces ¿Por qué estos regalos tan extraños?

Uno llevó Oro, quizá quiso expresar que Jesús es el Rey o quiso decirle: “te entrego la riqueza que pueda tener y la rindo a ti”. Otro llevó incienso, que pudo ser para decirle: “Jesús tu eres como un precioso aroma, eres tú quien en medio de donde esté me da paz y alegría”.

Y el ultimo llevó mirra, ¿quién sabe qué es la mirra?, se dice que era utilizada para cuestiones de perfumería, pero también se utilizaba como anestésico para que las personas que estaban en su lecho de muerte dejaran de sufrir y, también servía para embalsamar, así que este regalo puede representar el decirle a Jesús: “gracias por tu sacrificio por mí” o “gracias por librarme del sufrimiento, por ahorrarme tanto dolor”… (como la anestesia).