DÍA 4: María visita a
Elizabeth y adora al Señor.
Propósito: Darle gracias a
Dios en todo tiempo…(en TODO tiempo)
“Bendeciré a Jehová en todo tiempo;
Su
alabanza estará de continuo en mi boca.”
Salmos
34:1
En
algún momento escuché una cancioncita que más menos dice así:
“Demos
gracias al Señor, demos gracias, demos gracias por su amor…
Por
las mañanas las aves cantan, las alabanzas a Cristo Salvador….y tu amigo ¿por
qué no cantas las alabanzas a Cristo el Salvador?”
“Cantar
las Alabanzas” va mucho más allá de alabar a Dios con música, debe ser un
estilo de vida que implica el ser de entero rendido y entregado a Dios, de modo
que nuestra existencia misma sea un ejemplo vívido de exaltación y honra a
Dios.
El
evangelio de San Lucas nos narra que María, no sólo no se queda ociosa en su
casa, ser Madre de Dios no desdice un ápice de su condición de mujer humilde,
de modo que va en ayuda de su prima Elizabeth, quien a pesar de que todos
creían que nunca iba a tener hijos, también está embarazada, y por su parte,
anuncia, una gran verdad: la felicidad está en el creer al Señor. Estas dos
mujeres viven y comparten el mayor secreto que pueda Dios comunicar a los
hombres, y lo hacen con una naturalidad sorprendente.