DÍA 3: Anuncio del
nacimiento de Jesús
Propósito: Comienza a
hablar palabras de FE
“Panal
de miel son los dichos suaves; Suavidad al alma y medicina para los huesos.”
Proverbios
16:24
Aquí tenemos el hecho más importante con respecto
a la Navidad. Este hecho comienza con Dios y viene de Dios. El ángel fue
enviado por Dios para hacer el anuncio más importante a los hombres, Dios
irrumpiendo en el universo creado y caído para mostrarle su gloria a los seres
humanos. Por tanto, la Navidad sin Dios, no tiene ningún significado.
El Dios del universo, en su
infinita gracia, escogió a María para
una función específica y honrosa, ser la madre del salvador del mundo.
Ahora… ¿Hemos pensado alguna vez,
qué habría pasado si María no hubiese
aceptado la invitación del ángel a ser parte del plan de Dios?
Si en vez de responder con
prontitud: “¡He aquí la sierva del
señor!, Que Él haga conmigo como me has dicho.”
Hubiese respondido: "déjame pensarlo, porque yo ya tenía planes,
además ¿qué pensarán de mí?..” bueno y tantas otras objeciones que tal vez
hubiésemos respondido nosotros.
Entonces veamos este anuncio un
poco más a fondo…María recibe la visita del Ángel por sorpresa, sin saber qué
es, por eso primeramente se inquieta y se interroga. Después, el Ángel no le
hace ninguna pregunta, ninguna propuesta, simplemente le da un anuncio, una
noticia, ha hallado Gracia ante Dios y concebirá al mesías. Y ella no le dice
“sí, que buena idea” ni nada parecido, si no que le interroga sobre sus dudas y
tras la explicación es cuando ella acepta, “que se haga” la Palabra de Dios.
María en su humildad, acepta la voluntad del Padre, pero no es que haga un
análisis de la situación y le parezca bien, o que tenga un conocimiento previo
ni que pueda prever las consecuencias de ese acto.
Cuando uno dice “sí” a algo o
alguien, implica estar de acuerdo con algo que se entiende y conoce, pero María
en su “hágase” lo que hace realmente es aceptar la voluntad de Dios aunque no
la comprenda del todo.
De este mismo modo, Dios nos hace
participes de su obra, nos escoge para vivir en sus propósitos, y no porque lo
merezcamos, no porque seamos diferentes a otros, sino porque su misericordia y
gracia es tan grande para que vivamos una vida conforme a su voluntad, que es
buena, agradable y perfecta.
Ahora bien, a veces no es fácil
aceptar los planes de Dios y más aún cuando no los entendemos, tendemos a
querer tomar el control de todo y si algo no sale bien pensamos y hablamos
cosas que poco o nada tienen que ver con el plan de Dios y hay una relación
estrecha entre las palabras que decimos y lo que nos sucede en la vida.
¿Cómo le habló el ángel a María?
Fue duro?, Impositivo? No, El ángel habló frases como: “¡Dios te ha bendecido
de manera especial!, El Señor está contigo, No tengas miedo, para Dios todo es
posible…” y María abrió su entendimiento y su corazón, las palabras pueden
abrirnos caminos y darnos oportunidades.
Así mismo María, quizá aun no
comprendiendo del todo… ¿Se cerró y no escuchó? ¿Le habló pesado?, ¿no le
prestó atención? No, por el contrario, respondió conforme a lo que había en su
corazón, y que ella haría la voluntad del Señor, debemos aprender a decir
palabras de fe para tomar esas oportunidades, para tener aún mejores relaciones
con otros, pero para ello nuestro corazón y nuestras palabras deben estar en
sincronía. De nuestro corazón salen las palabras y los pensamientos que afectan
a todo lo que nos rodea, que afecta a las circunstancias que vivimos.
Cuando eso suceda, las
circunstancias en las que estemos no importarán, porque sabremos que se hará en
nosotros conforme al plan de Dios.
PARA REFLEXIONAR:
·
¿A
qué se refiere el que María hallo gracia delante de Dios?
·
¿Qué
dijo el ángel acerca del futuro del niño que nacería?
·
¿Cómo
crees que puede Dios hacerte parte de sus propósitos?
·
¿Qué
harás hoy para llenar tu corazón y tu boca de palabras de FE?
ORACIÓN:
"Padre amado, hoy te doy
gracias por haber decidido enviar a tu hijo Jesucristo para morir en mi lugar, gracias
porque me has dado el regalo maravilloso de tu gracia salvadora. Permíteme
alegrarme y gozarme en el anuncio de que un día viniste al mundo a rescatarme,
ayúdame a hablar palabras de fe, a confiar en ti mucho más allá de lo que mis
limitados ojos puedan ver, ayúdame a no olvidar que tus planes son mejores que
los míos y que tu voluntad es siempre buena, agradable y perfecta para mí. Amén."
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